La tentación se llama amor
o chocolate.
Es mala la adicción.
Sin paliativos.
Si algún médico, demonio o alquimista
supiera de mi mal
cosa sería
de andar toda la vida por curarme.
Pues tan sólo una droga,
con su cárcel
del olvido me salva de la otra.
Y así, una vez más, es el conflicto:
O me come el amor,
o me muero esta noche de bombones.
(De Alada mía, Córdoba 1996)
1 comentario:
Bello post, felicidades. Te espero
http://datames.blog.com.es/
Publicar un comentario