Patio Casa Lobato

Imagen: Manuel García

jueves, 1 de septiembre de 2011

Dolor ¡ay! ¡ay! ¡ay!



"No os espante el dolor, o tendrá fin o acabará con vosotros"
Séneca.

Anda que... no era listo el Séneca. Pues casi acaba conmigo, el muy jodío. Empezó la semana pasada a dar señales de vida, al principio algún que otro pinchazo, escozor en el paladar, hinchazón en la lengua... pero cuando dijo "aquí estoy yo" ¡uf! para volverse loca.

El miércoles pasado, día 24, cuando acabé la sesión de radio fui a ver al médico de guardia porque apenas podía comer nada sólido, tenía la garganta tan inflamada que no podía hacer pasar nada por allí que no fuese líquido. El hombre me dijo que tomase al principio ibuprofeno, pero que posiblemente no me haría casi nada y que tendrian que recetarme algo más fuerte. Lo que hace no tener ni idea de lo que me iba a ocurrir, porque de haberlo sabido ni de coña me tomo sólo el ibuprofeno. Esa noche apenas dormí, levantándome cada hora para enjuagarme la boca e intentar refrescarla un poco. El jueves por la mañana llamé a mi oncóloga y me dijo que fuese a consulta. No podía ni beber siquiera, 

Me recetó unos parches transdérmicos de fentanilo, de 25 microgramos/hora (es algo parecido a la morfina) y que siguiese tomando el ibuprofeno y que intentase tomar los batidos hiperprotéicos para procurar no perder más peso. Mejoré apenas, porque la radio continúa haciendo su trabajo, así que el viernes, me puse otro parche, que no me sirvió de mucho. La boca me ardía y me costaba muchísimo esfuerzo y dolor tomar líquido, aún así bebía los batidos que podía, mientras se me caían las lágrimas. También me subía la fiebre de vez en cuando, y así aguanté como pude todo el fin de semana.

El lunes 29 tenía la quimio, pero cuando me vio el oncólogo no quiso dármela y me pegó la bronca (con razón) por no haber acudido a urgencias. Los análisis habían salido bien, dentro de las "anormalidades normales" de mi caso, pero con el dolor que apenas me dejaba mover la lengua para hablar era impensable someterme a una sesión de quimio porque según sus palabras "esta semana querría morirme", así que me mandó a consulta con mi oncóloga habitual (la de la radio) y me emplazó para el próximo lunes, 5 de Septiembre.

La cosa va "viento en popa" me dijo la doctora, lo que supuso una alegría, claro está, y es cierto que el bulto del cuello ya ha desaparecido casi por completo, así que parece ser que la radio está cumpliendo su cometido, pero mientras me está (mal) jodiendo viva. En fin, que aquí ya la mujer cogió al toro por los cuernos (preferible a que yo la cogiera de las solapas y la obligase a que me quitase esos dolores ¡ya!... es broma). Me aumentó el parche de Durogesic a 75 microgramos/hora, me recetó Lidocaina para añadir al enjuague bucal, otro enjuague para los hongos que tengo en toda la boca, unas ampollas de corticoides (sólo para tres días) para las quemaduras del paladar, y unas ampollas de morfina si el dolor aprieta demasiado.

Y parecía que todo iba bien. Pero mi cuerpo tenía que explotar de alguna forma, sacar por algún sitio lo  mal que lo pasé el fin de semana y, entre que los batidos son fuertes y no los tomaba a gusto por el dolor que me producía tomarlos, que tenía el estómago lleno de la asquerosilla mucosidad en que se convierte la saliva, que apenas había podido beber agua u otros líquidos, resultó que el martes me levanté vomitando cualquier cosa que intentaba beber. Llamé a mi doctora y me dijo que fuese inmediatamente a urgencias. Y allí pasé casi todo el día. Me pusieron un gotero para acabar con mis vómitos y aprovecharon para hidratarme un poco. Luego... a mi 15ª sesión de radio.

Por fin, hoy todo parece ir bastante bien. No puedo comer sólido por la inflamación de la garganta y el paladar, pero el dolor es apenas una molestia y he podido tomar zumos (algunos que no me escuecen), infusiones, leche (que nunca me ha gustado, pero ahora me alivia el escozor), puré muy diluido de verduras y batidos. Estoy a la espera de que me coloquen una sonda gástrica que solicitó mi médica el lunes, porque todavía me faltan 17 sesiones y tarde o temprano voy a tener que llegar a eso, así que cuanto antes empiece a alimentarme bien, mucho mejor.

Hoy mi hija ha hecho una foto de mi coronilla y se me ha caído un montón de cabello de esa zona. Es lo que menos me importa, ya pasé esta semana por la pelu y me lo rapé. Y además me encantan los pañuelos, gorras y sombreros... a ver si pongo una foto un día de éstos con mi sombrero nuevo.

La próxima entrada será algún relato antiguo de los que tengo por ahí, dedicado a Doria, que parece que le gusta como escribo... gracias Doria. 

10 comentarios:

Chus dijo...

Pues si q es chungo eso de la radio. Menos mal q te está haciendo efecto. Me alegro q con el aumento de la medicación vaya hoy mejor. Si necesitas algo, dimelo q en todo lo q te pueda ayudar puedes contar conmigo.
Deseo q te mejores. Besos

Anónimo dijo...

¡Buf!
Sé por experiencia que cuando se está pasando por todo eso que relatas parece que nunca va acabar, es muy duro, pero al final pasa, todo pasa.
Lo positivo de todo esto es que la vida, esas pequeñísimas cosas que por lo normal nos han pasado desapercibidas antes, cuando pasen esos momentos duros, tendran colores más intensos.
En fin, amiga, un abrazo.

Santos.

Nuria dijo...

Mucho ánimo Des, con la medicación que te han dado vas mejorando y sobre todo lo más importante es que tengas controlado el dolor. Además ver que el tratamiento está haciendo efecto anima mucho.
Un besito

Anónimo dijo...

Des, duele hasta imaginándolo ¡ufff!, lo siento guapa, verás como con el nuevo tratamiento todo este proceso se resuelve.
Te envío un abrazo!

Estoy de acuerdo con mi querida amiga Doria ¡Me encanta como escribes!...aunque sea "jodido";)

Doria dijo...

Ay, Des! Que mal lo has pasado!! Ayyyyy!!
No se si te lo habrán dicho, la radio de este tipo de tumor es de la más agresivas que hay, pero para ello hay tratamientos muy efectivos para el dolory en cuanto te pongan la sonda y no tengas que tragar, ya verás como los dolores tan horrorosos desaparecen por completo, a Manu también le recetaron un chupa chups de Fentanilo, le daba tres chupadas, se quedaba flipado y soltaba cada cosa, el dolor desaparecia.
Des, te repito, al igual que las demás, que nos tienes para lo que desees, ya que Manu ha pasado por lo que tú, creo que te puede ser de ayuda, para alguna duda que tengas.
Te escribo mi correo, para así, si te apetece, te doy tlf y hablas con él, aunque cada persona es un mundo y los médicos son los que mejor te explican las cosas.
Encantada de que nos escribas una historia, me ha hecho ilu que me la dediques.
Besos, ánimo, fuerza...
doriam7@gmail.com

Tania Alegria dijo...

Qué bueno que andan por acá Chus, Sol, Doria, Nuria, y un Anónimo que ya hizo ese recorrido. Yo no sé nada, nunca vi nada semejante, tengo los ojos como platos al leeros. Pero me mantengo a puestos. Estoy alegre por saber que ya se nota el efecto de la radio, éso es lo que de veras importa, lo demás, según cuentas, es sufrido, doloroso, casi inaguantable, pero es parte de la trama, lo digo así porque eres escritora y lo entiendes. Pero vamos, amiga, que ya hiciste mitad del camino y supongo que peor que lo que ha sido el fin de semana, ya no será, porque ya sabes que debes acudir a urgencias y buscar que te den medicamientos fuertes y radicales. Lo de la alimentación se solucionará con la sonda, seguro. Dile a los niños y a su padre que me siento feliz por saber que te cuidan y que les mando mis ternuras. Ya llegará el tiempo en que volveremos a hablar de aquellas cosas con que nos ocupábamos, la escritura, los títulos de los libros, las portadas, las familias, los amigos, y lo demás (lo demás era el mundo y la vida del mundo). Ya volverán esos tiempos. Ya volverán. Falta poco y cada día falta menos. Se te quiere, morena, tanto, tanto.

Pau dijo...

Chica... coraje no te falta.
Cuando todo haya pasado lo recordarás de otro modo, incluso con otra manera de ver la vida y le darás más importancia al bienestar.
En este mundo todo pasa. Desde lo bueno hasta lo malo, todo tiene caducidad.
Si el Fentanilo te funciona en forma de parche, aguanta con él. Las ampollas de morfina van bien, pero son de corta duración. Si puedes inyectártelas intradérmicamente mucho mejor, pero poca dosis cada vez y solo cuando no quede solución. Así son más efectivas y el cuerpo no tiene tiempo de acostumbrarse.
Los caramelos van bien, pero son irritantes y tu ya tienes el paladar mal. Intenta evitarlos.

Siento entremeterme hasta tal punto, pero por experiencia sé que los médicos, ante la desesperación lo prueban todo, y hasta la siguiente visita no pueden remediar el fracaso de un medicamento.
Mejor pasar con lo que se tiene, aunque haya momentos malos.

Doria dijo...

Ánimo Des!!! Ya queda menos para que termine el tratamiento.
Muchos besos

Anónimo dijo...

Ánimo, amiga, venga, que ya va quedando menos. Recuerdos y abrazos.

Santos.

Des dijo...

Gracias a todos, me animan mucho vuestras palabras, de verdad, y me anima sobre todo saber que estáis ahí.
Pau, no te entrometes, los consejos son bien recibidos sobre todo cuando uno va un poco perdido. De momento, funciono bien con el parche, así que las ampollas de morfina las guardo por si hacen falta en un momento determinado.
Os mando el abrazo más grande que darse pueda.