Patio Casa Lobato

Imagen: Manuel García

domingo, 2 de noviembre de 2008

Me pregunto

Si las opiniones de Doña Sofia vertidas en el libro de Pilar Urbano fuesen contrarias a las que ha manifestado ¿se habría armado tanto revuelo?.
Si en lugar de estar en contra del aborto, o dicho de otro modo por los modernos de este país "interrupción voluntaria del embarazo", hubiese asegurado estar a favor ¿se habrían indignado de igual modo los que no desean que éste sea una elección totalmente libre de la mujer?
¿De qué encuestas saca Empar Pineda, portavoz de ACAI (Asociación de clínicas acreditadas para la interrupción voluntaria del embarazo) que la mayoría (¿el 51%, el 90%?)de la población está a favor del aborto?
¿En algún momento las declaraciones de Doña Sofía hacen pensar que no respeta a los homosexuales o lesbianas?
¿Tienen que gustarle por obligación las manifestaciones carnavalescas que monta todos los años este colectivo? ¿Dónde está el orgullo heterosexual, el de los sados, el de los masoquistas, el de los voyeurs, el de los onanistas...? La opción sexual ¿es un orgullo? o es algo íntimo (que no quiere decir que deba guardarse en secreto, si uno no quiere) que se practica con total normalidad siempre que se trate de personas mayores de edad y consensuadas.
También ha expresado estar en contra de la eutanasia y sin embargo, no he leído por ahí que las personas o asociaciones que están a favor de ella se hayan rasgado las vestiduras ¿por qué? ¿será porque el gobierno de España también está en contra de aprobarla? ¿quiere eso decir que sólo "escuecen" los comentarios contrarios a las leyes aprobadas o en vías de reforma de nuestro gobierno?... pensaba que se trataba de gobernantes demócratas, abiertos al diálogo, y con talante.
No entiendo a qué viene tanto alboroto. Se puede estar de acuerdo o no, con sus opiniones, en su totalidad o en parte, pero como persona creo que tiene todo el derecho a expresarlas.
Me hace gracia, aunque a veces sea para echarse a llorar, que cuando alguien no está de acuerdo con las ideas que un puñado de "intelectuales" que van de progresistas tratan de llevar a cabo, se le tache de homófobo, carca, fascista y una retahíla interminable de calificativos, despectivos en su mayoría, demostrando una falta de respeto total hacia las opiniones contrarias a las suyas. Parece que "su verdad" es la Verdad y pobre de aquel que ose decir lo contrario porque será insultado y vilipendiado, eso si no le queman en la hoguera, como en los mejores tiempos de la Inquisición.
Respeto, respeto y respeto, esa es la fórmula, incluso para las opiniones personales de una reina, que no tienen obligatoriamente que coincidir con las que tienen una parte de los españoles, son las suyas, única y exclusivamente, y está muy bien que se conozcan.
Me molesta que la "obliguen" a rectificar por no ser políticamente correctas, pero sea como sea, ahí se quedan para la posteridad, con un par.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno... Ha rectificado porque ha querido.
Ocurre que somos más papistas que el papa, que ya es decir.
A un presidente de República se le acepta y respeta la opinión y a la reina no, cuando ésta es tan solo la consorte de su equivalente; algo así como la Carla Bruni. Imaginas?
También es cierto que en España los reyes no deben votar, no tienen este derecho, lo cual hace que no puedan tener opinión pública según en que cosas. Los reyes de España no pueden tomar partido por una idea política, y el aborto, la eutanasia el matrimonio homosexual se ha politizado. Y creo que es lógico ya que son reyes hasta la muerte. No podemos elegirlos por su política o ideas, por tanto deben serlo de todos los españoles sin excepción; y la reina, al opinar sobre lo que piensa sobre los derechos de un colectivo, ha tomado partido.

Un abrazo

Des dijo...

Esta vez no estoy muy de acuerdo contigo, Pau. Los temas sobre los que opina la reina no son políticos, aunque se empeñen, son aspectos morales de la persona de acuerdo con sus valores, sus creencias o la educación recibida. Y esos valores no deberían estar ligados a una determinada opción política. Parece que si uno no está a favor del aborto libre, o de que la unión de dos personas del mismo sexo se llame matrimonio, tiene que por fuerza simpatizar con la derecha ¿no existen católicos de izquierdas?.
Pero, en realidad, creo que la polémica no es el que la reina tenga o no derecho a sacar a la luz sus opiniones, si no las opiniones en sí. Y siempre son los mismos colectivos los que se rasgan las vestiduras.
En esa entrevista se declara en contra de la eutanasia (como dije antes), de la caza, de la fiesta de los toros... ¿qué pasa? ¿no hay españoles partidarios o a favor de ellas? Quizá no me enteré de sus airadas protestas...
Pondría la mano en el fuego y creo que no me quemaría, que si sus opiniones hubiesen sido favorables, esos mismos sectores que la están atacando, estarían en este momento alabando su sinceridad y valorando muy favorablemente el cambio tan progresista de la corona, sin pararse ni por un momento a discutir su derecho o no a expresarlas.

Gracias por tu comentario, sabes que me encanta verte por aqui.
Un abrazo.
Des.

Anónimo dijo...

Ya sé.
Verme no me ves, pero te visito y leo todas tus entradas.

No he leído el libro ni sé de lo que habla. Solo me he enterado de eso último.
Supongo que cada uno lleva su razón. Por mi parte no tengo ningún inconveniente que la reina de su opinión sobre un tema porque no creo en su representatividad, el problema es que para muchos otros no es la de un personaje anónimo.
La reina es católica, por tanto habían muchas posibilidades de ser intransigente en el caso de la eutanasia y el homosexual.
Hay católicos de izquierdas y de derechas, claro. Yo prefiero llamarles progresistas y conservadores. Conozco algunos que están a favor de la eutanasia y de los anticonceptivos: son progresistas aunque no por ello han ser de izquierdas.
Es indudable que la derecha se ha apropiado de gran parte de la iglesia con la inestimable ayuda de los obispos, el Vaticano y más de la mitad del sacerdocio (no olvidemos que desde hace muchos años, casi la totalidad de este sale del OPUS).
¿Quién queda?
Algunos feligreses.
¿La mitad?
Lo dudo por lo que veo en el día a día.

Todos tenemos derecho a opinar, aunque parece que la opinión de algunos no está bien vista y se intente coartar. El caso de la reina es uno de ellos.
Ahora bien, los casos de la homosexualidad y de la eutanasia no podemos compararlos con la caza o el toreo. Una afición no es una manera de vivir o morir.

Un parlamento ha decidido dar los mismos derechos al colectivo gay que a los demás. Podemos estar o no de acuerdo.
No hay duda que un gay puede entrar en el ejército, debe pagar sus impuestos y está obligado a cumplir todas las obligaciones de un ciudadano cualquiera. Es lógico, pues, que reclame el derecho a ser casado con toda la legalidad que le confiere ser un ciudadano normal (no ser un enfermo mental).
En el momento que un rey o reina discute -que no ha sido del todo así- la bondad de una ley aprobada por el parlamento, que incide sobre la libertad de un colectivo al que representa a perpetuidad, está planteando su representatividad y debería dimitir. Debería decir: mire usted, ya sé que soy su rey, pero no puedo representarle porque públicamente no creo en su derecho a ser ciudadano normal. O se va usted del país o dejo de ser su rey.
Y ya sé que no ha sido así, que la reina respeta y acata por encima de cualquier opinión, incluso la suya, pero no ha podido aguantarse y la ha soltado.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

La reina no ha dicho que esté en contra de que las personas homosexuales se casen entre si, solo dice que ese tipo de unión no debe denominarse matrimonio. Quizá podría denominarse así a un casamiento entre lesbianas ya que el matrimonio se instituyó como protección a la mujer.

También parece un asunto de modas, hasta hace muy pocos años el pensamiento de izquierda consideraba la homosexualidad como un vicio de la burguesía. Quizá es que algún ideólogo con pocos escrúpulos ideológicos se ha dado cuenta de que un voto de uno de esos burgueses enviciados vale tanto como un voto de un camarada sin vicio ni mácula.

En lo tocante al aborto, pues parecido. Hasta mediada la década de los 70s lo "progre" era la defensa de los débiles, de los sin voz, de los desfavorecidos, de la vida. La despenalización del aborto en determinados casos tenía como objeto el evitar los terroríficos abortos clandestinos, no instituir una especie de contracepción basada en darle matarile a quien no puede defenderse, ni material ni juridicamente, porque no tiene mayor consideración que la que puede tener un tumor o una extremidad gangrenada. Y no hablo de la pildora del día después sino de las clínicas-picadoras de carne.

Bien, ahora resulta que eso es progresismo. Tremenda forma de progresar.

Por mi la reina puede opinar lo que le de su Real gana sobre eso y sobre cualquier cosa. El rey no puede, pero ella si. Y si le pica a los UFOS de turno (ultrajados facilmente ofendibles), pues ajo y agua.

Lo que me parece penoso es el comunicado que mitió la Zarzuela a modo de disculpa chapucera, supongo que obedeciendo a las consignas de los gurús mediáticos que sueltan perlas como "los gays protestan por las declaracines de la reina", otorgandos a los UFOS de COGAM el inalienable derecho de representación y pensamiento único de cuantos hombres homosexuales pululan por la piel de toro (las lesbianas no deben decir ni pio, solo los gays, según esos gurús).

Celtiberia Show del tercer milenio.

Des dijo...

Pau, no te veo, pero te siento jejeje, y aunque me repita (como el ajo)me encanta leer tus opiniones.
Esta noche pasaré por tu "casa", a enterarme de cómo va todo, la última vez que te leí me quedé preocupada. Que tengas un buen fin de semana.
Un abrazo.

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Anónimo, gracias por dejar tu opinión, que básicamente comparto, y por la aclaración que nos haces de que la reina sólo se muestra en contra de llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo, y no a la unión en sí. Quizá no queda muy claro en el post, pero sí lo menciono en mi primera respuesta a Pau.
Creo, sobre todo, que las opiniones de la reina son sinceras y valientes, ella sabía muy bien que no iban a gustar a ciertos sectores pero aún así las expuso sin tapujos. Lo que diga la Zarzuela ya no tiene demasiada importancia, sus palabras están ahí para la posteridad.
Me enoja que los medios de comunicación hagan aparecer a unos como los "buenos" y a otros como los "malos", por ejemplo en el tema del aborto. No hace mucho vino al puerto de Valencia el barco holandés que lidera la campaña "mujeres sobre las olas" y desde allí zarpó para practicar en alta mar el aborto a tres mujeres, ninguno de las cuales se encontraba entre los supuestos aprobados por Ley, naturalmente hubo colectivos contrarios a esta práctica que se manifestaron en el puerto e intentaron convencer a las mujeres para que no subiesen a bordo. En la mayoría de medios de comunicación se criticó la actuación de estos colectivos, como si sólo los abortistas tuviesen derecho a esas manifestaciones y a hacer una fiesta de ello. Algún que otro rostro conocido declaró que "le hacía feliz ver que algunas mujeres empezaban a parir con responsabilidad", yo pensé que lo que nos debería alegrar es que tanto mujeres como hombres fornicasen con responsabilidad, porque ese y no otro es el principio de la concepción. Ni estamos en los tiempos de nuestras abuelas en que no existían los anticonceptivos ni el Espiritu Santo va por ahí preñando mujeres.
En fin.
Gracias, otra vez, y buen fin de semana.
Des.