Patio Casa Lobato

Imagen: Manuel García

sábado, 13 de agosto de 2011

Pasito a pasito



Hoy alguien me decía en un correo que aún seguía la Duras encabezando las entradas del blog... mal asunto. Y no se equivocaba, ha sido un semana algo dura.

El lunes, a las 8 de la mañana, estaba en el Hospital de Día para una analítica. Después cita con el oncólogo de quimioterapía que todavía no me había visitado, de ahí el retraso en llamarme para dar comienzo al tratamiento. Una vez que el doctor recibió los resultados me enviaron de nuevo al Hospital de Día para el primer chute de quimio.

Se trataba de un gotero de 1 hora más o menos de duración, pero antes y después de administrarlo, debían ponerme algunos más de líquido para proteger los riñones, así que desde las 10 de la mañana hasta las 5 y media de la tarde las pasé sentada en un sillón dejando que litros y litros de líquido inundasen mi organismo. Y meando, claro, con perdón, porque cada media hora tenía que irme de paseo con el gotero hasta el cuarto de baño. 

Gotero tras gotero parecía que me hinchaba como un globo: manos, pies, piernas, cara... tenía la impresión que iba a explotar de un momento a otro. Sobre las 2 de la tarde me trajeron la comida, y maldita la hora, porque la bandeja consistía en un trozo de lasaña, con su carne picada, tomate, etc., otro de tortilla, un poco de ensalada y un flan. No debí haberme comido la lasaña porque me sentó como un tiro, y ya antes de terminar con los goteros tuve que pedirle una manzanilla a la enfermera porque el ardor que me subía desde el estómago me quemaba el pecho. 

Cuando terminé con la quimio me tocaba primera sesión de radioterapia. 
Iba un poco acojonada ¿para qué negarlo? La primera vez vas a ciegas, porque por mucho que te hayan explicado antes no acabas de entender lo que te van a hacer. Y cuando me pusieron la máscara, me acojoné todavía más. 


Agobia sentirse aprisionada, sin poder moverte ni un milímetro, con aquello apretando la nariz, la boca. Y empiezas a pensar que te van a dejar allí sola, y que qué pasa si te entra la tos, o taquicardia, o que se yo. Eché mano entonces de llevar mi pensamiento hasta un lugar tranquilo, evocar situaciones agradables, pensar en las personas que quiero y, cuando quise darme cuenta, habían pasado los veinte minutos y allí estaba la enfermera quitándome la máscara.

El martes fue un mal día. La quimio me removió por dentro y pasé la noche del lunes y todo el martes (hasta la hora de volver a la sesión de radio) metida en el cama, semi incorporada, porque acostarme completamente me producía unas nauseas y un malestar insoportables. Así que me quedé allí, quietecita, sin comer, porque hasta el olor de comida me asqueaba, esperando pacientemente a que aquello pasase. Tenía que pasar, tarde o temprano.

A partir del miércoles la cosa ya fue mejorando. De momento las cinco sesiones de radio que me han puesto no me han afectado demasiado, noto ciertos cambios en el sabor de algunos alimentos, sobre todo la fruta, un ligero (muy ligero) malestar el tragar, pero nada que me impida (de momento) comer con normalidad.

La próxima sesión de quimio será el día 29, hasta entonces acudo cada día por la tarde a ponerme mi máscara y dejar que la maquinita me mande sus rayos sanadores. 

Tengo mucho que agradecer, pero eso se merece un post especial, será para la próxima.

Ya ha empezado mi Camino y pienso llegar hasta el final... pasito a pasito.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien Des, pasito a pasito pasarán las sesiones y cuando te quieras dar cuenta ya terminaron.
Estamos contigo en el Camino, gracias por compartirlo!

Muchos besoss
Sol

Chus dijo...

Bueno Des, ya has pasado la primera y cinco de radio. Al final como dice el poema de Machado. Todo pasa ....
y aunque todo quede, poquito a poquito como tu dices, irás recorriendo el camino.

Que sepas que no estás sola y que nosotros te acompañamos en el camino.

Besos y ánimo

Anónimo dijo...

Si quieren acompañarle paso a paso y pueden permitirse el gasto, les recomiendo que lean alguno de sus libros, el de Ahora que estamos solos está muy bien me lo cogí para leer en la playa y es la caña. A ver si me puedo pillar el otro para después del verano. Mejorese ya pronto y publicar otro libro, que hay pocos escritores que hagan literatura erótica como de la sonrisa vertical.

Des dijo...

Sol, Chus, muchas gracias por vuestro ánimo, se que estáis ahí y eso ayuda mucho, os lo aseguro.
Besos.

¡Vaya! me alegra conocer a un admirador o admiradora. Me alegra mucho que te gusten mis relatos, realmente vender libros no es mi medio de subsistencia, me gusta escribir y disfruto preparando y maquetando mis libros. Y es un gran honor recibir un comentario como éste.
Gracias querido anónimo, el próximo libro está adelantado, tengo las historias, la portada, pero me quedé atascada en el título. Prometo ponerme a ello en cuanto esté con algo más de ánimo.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ánimo, amiga.

Santos

Tania Alegria dijo...

Vas pasito a pasito y yo siguiéndote, huellita a huellita. Ya faltó más, compañera. Sigue, sigue.
Y por hablar de tus libros, qué buena idea me dio nuestro viejo amigo anónimo: voy a releerte este verano.
Te abrazo y te abrazo.

Manu dijo...

Des, campeona!!! Ya llevas 5 sesiones de radio y una de quimio, como dices, pasito a pasito, pero sin perder de vista la meta.
Un abrazo, como dice un amigo, cargado de radio de la que sana.

Doria dijo...

Des, permíteme que también te acompañe en tu caminar, te mando muchos besos, ánimo, ánimo, aunque puedas permitirte bajoncitos, no dejes que éstos sean demasiados.
Muackss

Des dijo...

Gracias Santos, por tu eterna presencia y tu cariño ¿ya has disfrutado de tus vacaciones?

Es todo un honor que mi amiga y una ENORME escritora piense en releerme. Te quiero, morena.

Manu, Doria, sois la pareja más fabulosa de la globosfera. Ya me enteré que pasásteis unos días magníficos de vacaciones, no sabéis cuando me alegro.

Gracias a todos, os abrazol