Tendréis que perdonarme, será mañana, es que llevo un día... que cuando llegan estas horas no me quedan ganas más que de morirme, como decía Doña Paca. Y es que a veces hasta se me olvida respirar, oyes, y tengo que darme una colleja a mi misma: ¡respira, coño, que te ahogas, y el oxígeno no te quita velocidad! Ale, que ya falta poco. Voy a hacer un poco de relajación a ver si consigo ponerme freno.
Patio Casa Lobato
Imagen: Manuel García
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